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El refrán popular “de la crisis una oportunidad” resume el caso de la industria y los productores de cacao orgánico y de comercio justo de Honduras que han visto aumentar en un 30% la demanda de su producto desde Suiza, en el contexto de la crisis por la pandemia del Covid19.

El chocolate etiquetado “hecho con cacao de Honduras” se vende en los supermercados Coop de Suiza.

“El ciudadano suizo normalmente come en la cafetería de las empresas o de las universidades. Actualmente, la industria en general ha estado cerrada, la población está en casa y comprando más la comida en los supermercados y eso ha provocado el aumento del consumo del chocolate de Honduras en un 30%”, explica Luis Vélex, gerente de la empresa Chocolats Halba Honduras.

Imagénes del chocolate "natura plan" tomadas del sitio web de Chocolats Halba.

La cuarentena que vive Honduras desde marzo del 2020 modificó, sin embargo, un poco la dinámica de recolección del cacao, aunque “el proceso no se alteró en lo absoluto” dice Vélex.

La recolección del cacao tarda más por las restricciones de movilización, entonces, llega un poco más lento a las bodegas en San Pedro Sula. La empresa no ha cerrado. Y, a pesar de la pandemia, continúa con los beneficios a los productores.

“Chocolats Halba ha mantenido los precios a los productores, por encima de la bolsa. Brinda un anticipo de compra a las cooperativas, prefinanciando la compra con 0% interés, para que las cooperativas paguen al productor cuando le entrega el cacao en baba”, indicó.

Las cooperativas siguen recolectando cacao y fermentándolo. Y en Chocolats Halba están trabajando con todas las medidas de bioseguridad que las autoridades de salud y el gobierno ha recomendado.

Covid versus cambio climático

Mientras en los supermercados Coop de Suiza a diario se compra el chocolate elaborado con cacao hondureño, en Honduras la empresa sigue acopiando y exportando cacao a pesar de la pandemia.

Hasta mayo, en cuarentena, han enviado 25 toneladas de cacao orgánico y de comercio justo. Vélex indica que próximamente exportarán 100 toneladas más, de las cuales 25 son orgánicas y de comercio justo.

El chocolate que se hace con cacao de Honduras debe tener doble certificación: orgánico y comercio justo. Y ese cacao doblemente certificado representa el 50% del cacao que reciben en bodega la empresa, dice Vélex.

“Suiza recibe llamadas cada semana y el stock es muy pequeño”. No pueden reaccionar porque dependen de la producción en campo.

Con tono de preocupación Vélex señala que la producción de cacao no se ve afectada por la pandemia sino por el cambio climático.


“Lejos de los desafíos que presenta la movilización por restricciones de país por la cuarentena de la pandemia, es más la adaptación del cambio climático y los cambios de fechas de cosecha por zona lo que puede variar el abastecimiento de cacao”, indica Luis Veléx.

Según las proyecciones de la empresa, se debían haber comprado 80 toneladas de cacao y sólo han conseguido 50 toneladas. “El desfase se debe a las condiciones del cambio climático”, agrega.

Como buen previsor, Chocolats Halba viene trabajando en conjunto con Rikolto para enfrentar la crisis climática aprendiendo sobre la implementación de Sistemas Agroforestales Dinámicos Sucesionales (DAF), esto como parte de las actividades del Proyecto Gestión de Conocimiento de la cadena de valor de cacao de Centroamérica que implementa Rikolto, la Fundación Mundial del Cacao (World Cocoa Foundation) y la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE).


“Estamos aprendiendo sobre los DAF con los cacaoteros, estos sistemas le permiten a las familias incorporar cobertura vegetativa, aportar diferentes nutrientes al suelo e incrementar la productividad de la planta de cacao”

 Lourdes Zamora - Coordinadora de proyectos de cacao - Rikolto
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Es una alternativa sostenible para los productores porque permite producir alimentos sanos (orgánicos) y diversificados que se incorporan a la dieta, fortalecen el sistema inmunológico, recrea ecosistemas y constituye una herramienta para enfrentar el cambio climático.

Mientras los técnicos de Chocolats Halba visitan a diario las cooperativas y centros de acopios, la empresa brinda el servicio de asistencia técnica presencial o virtual en calidad de postcosecha. “Los técnicos están trabajando para que la calidad no se afecte en lo absoluto, a pesar de la pandemia”, señala Vélex.

Chocolats Halba tambien participa con Rikolto y Helvetas Honduras en el proyecto Fortaleciendo la Cadena de Valor de Cacao de Calidad en el departamento de Olancho, con el cual Rikolto esta trabajando con APROSACAO, para mejorar su desempeño empresarial y aplicando herramientas como LINK para evaluar los niveles de inclusividad entre la asociación de agricultores y Chocolats Halba.







Todo el mundo

 

Honduras es un país prolífico en la producción de café: ocupa el quinto lugar a nivel mundial, es el mayor productor de América Central y el tercero de América Latina. 

Es un país con una importante industria cafetera y una población de pequeños productores. Además, Honduras es anfitrión del Producer & Roaster Forum del próximo año, que contará con la visita de más de 1.000 productores de América Central y profesionales del café de todo el mundo.

Dado que es un actor relativamente importante en el mundo internacional del café, es fácil olvidar que hace unas décadas, la producción de café en Honduras era inexistente. Te contamos cómo el país evolucionó en el tiempo para convertirse en uno de los mayores exportadores de café del mundo.


Read this in English: Exploring The History of Honduran Coffee Production

Árboles de café con cerezas maduras en una finca en Honduras. Crédito: Amec Velásquez


EXPLORANDO LA TRANSICIÓN HACIA EL CAFÉ 

Durante años, Honduras fue famosa por sus bananas, y para 1929 esta fruta representaba más del 80% de sus exportaciones. Con el fin de generar desarrollo económico, se hicieron accesibles a las empresas de la industria bananera importantes beneficios fiscales, de terreno y de transporte. A pesar de ello, la producción de bananas comenzó a disminuir en los años cincuenta debido a una mayor diversificación. Este declive continuó en los años sesenta, cuando la producción de café comenzó seriamente.

Aunque los comerciantes habían ingresado el café a Honduras por primera vez en el siglo XVIII, este fue cultivado en su mayoría por unos pocos agricultores de pequeña escala, la mayoría de los cuales se encontraba en pequeños pueblos montañosos situados a grandes alturas. A partir de ese momento, muchos factores fueron responsables de su crecimiento, entre ellos el aumento de la demanda internacional, el apoyo gubernamental y el crecimiento demográfico.

 El aumento del apoyo de los Estados Unidos y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), ayudó a la industria del café de Honduras a seguir desarrollándose, apoyando a los caficultores para ampliar la producción y mejorar la infraestructura. El Acuerdo Internacional del Café (ICA por sus siglas en inglés), se formó en los años sesenta, ayudando aún más a países anteriormente vulnerables, como Honduras, a producir café de forma rentable.

Un patio de secado en una finca en Copán, Honduras. Crédito: Gisselle Guerra


AVANCES POSTERIORES

En los años setenta, el gobierno hondureño creó el Instituto Hondureño del Café (IHCAFE), una institución directiva sin fines de lucro que tiene como objetivo desarrollar la producción local de café, promover mejoras técnicas y proporcionar crédito a los caficultores. 

En los años ochenta y noventa, la legislatura nacional aprobó varias leyes para fomentar la producción de café, entre ellas la Ley de Protección a la Actividad Caficultora y la Ley para la Modernización Del Sector Agrícola. La primera motivaba a los propietarios de tierras a ampliar su producción de café y proporcionaba a los municipios productores de café subsidios para construir y mantener las carreteras. La segunda aumentó los títulos de propiedad de las tierras, lo cual permitía a los miembros de la cooperativa dividir las propiedades en parcelas más pequeñas. 

Estas leyes fueron exitosas, y entre 1970 y 1996, la producción nacional de café aumentó en más de un 200%. El café se convirtió en un producto comercial de exportación, superando a la banana como producto líder de exportación, y situando al país en el noveno lugar en la producción mundial de café.


LOS DESAFÍOS PRESENTES EN EL CAMINO 

Mientras la industria cafetera hondureña prosperaba, se produjeron dos grandes inconvenientes durante los años noventa. El primero fue el huracán Mitch, que azotó al país en 1998 y destruyó el 80% de las cosechas, produciendo pérdidas que ascendieron al 40% del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras. 

El segundo inconveniente fue la crisis internacional de los precios del café de 1999, cuando el mercado se saturó de café, lo que provocó el colapso de los precios. La crisis de los precios dio lugar a una migración masiva hacia los Estados Unidos, y muchos productores diversificaron su cultivo o lo abandonaron por completo. 

Quienes permanecieron, presionaron al gobierno para que las estructuras y servicios de apoyo a la industria del café pasaran del control público al privado. IHCAFE fue privatizado, de manera que pudiera ser financiado por impuestos privados. El país también aprobó una Política Cafetalera Nacional para mejorar la calidad del café, la productividad y la competitividad para asegurar mejores precios. También, se estableció un Centro Nacional de Calidad del Café para analizar la calidad del producto antes de su exportación.

Una sesión de cata de café hondureño. Crédito: Amec Velásquez


EL AUGE DEL CAFÉ DE ESPECIALIDAD 

Desde principios del siglo XXI, la industria hondureña de cafés especiales ha experimentado un aumento drástico de la producción, en comparación con otros países de América Central. Su suelo fértil, su disposición favorable y su microclima adecuado lo hacen muy apropiado para la producción de café de especialidad, y es capaz de producir una amplia variedad de cafés.

En 2004, IHCAFE contrató a la Alianza para la Excelencia del Café para que le ayudara a obtener y subastar cafés diferenciados, así como a llevar al país expertos y compradores internacionales. Para obtener información sobre la forma en que los productores abordan el tema del café de especialidad, hablé con Jean Jarquin, Gerente General de Beneficio Santa Rosa, un exportador y beneficio seco que procesa y exporta café especial, y con Sandra Madrid de Cafetaleros de Honduras, exportador de café que supervisa a los productores locales del cultivo. Ambos serán Patrocinadores Anfitriones del Producer & Roaster Forum.

Jean dice que el 10% del café hondureño es diferenciado (distinto del café comercial) o especial, es decir, que ha recibido un puntaje de más de 83 por parte de la Asociación de Cafés Especiales, o que es café Fair Trade, orgánico o de microlote. Sandra dice: “Las exportaciones de café certificado y de especialidad cosechado en la temporada 2015-2016 alcanzaron los 1283 millones de sacos de 46 kg, lo cual corresponde al 19% del total de las exportaciones. 

Además, Sandra añade que en el período 2016-2017, las exportaciones de cafés especiales (diferenciados y orgánicos) ascendieron al 30%, lo que demuestra cómo las exportaciones de cafés especiales y diferenciados casi se han duplicado en un año.

Como parte de los esfuerzos de IHCAFE para aumentar la popularidad del café especial de Honduras, se establecieron seis regiones productoras de café, que celebraron su primera Taza de Excelencia en 2004. Ahora, en su 15º año, el café hondureño ha batido récords, dado que en 2017 sus dos mejores cafés obtuvieron una puntuación de cata de 91,81 y 91,62 y un precio por libra de USD 124,50 y USD 122,90. En 2019, seis cafés obtuvieron más de 90 puntos en la Taza de Excelencia.

Sirviendo café en un evento en Honduras. Crédito: Amec Velázquez


LA PRODUCCIÓN DE CAFÉ EN HONDURAS EN LA ACTUALIDAD

Sandra dice: “La actividad cafetalera en Honduras está en manos de 102.000 productores. El 90% de ellos son pequeños caficultores y crean alrededor de un millón de empleos entre la recolección, el procesamiento del café y el transporte”. Según IHCAFE, el café es ahora el principal producto agrícola de Honduras para la exportación, contribuye con más del 3% al PIB del país y cerca del 30% al PIB agrícola. 

A diferencia de muchos otros países, algunos de los cuales se enfrentan al rápido envejecimiento de la población productora, la edad media de los productores hondureños está disminuyendo y actualmente se sitúa en un promedio de 46 años, es decir, 10 años menos que hace una década. La mayoría de estos caficultores son pequeños e independientes, y mantendrán más de un millón de empleos durante la temporada de cosecha y procesamiento.

Hablé con Carlos Pineda, fundador de la primera escuela de cata de Honduras y antiguo investigador de campo para IHCAFE. Dice que ha habido muchas razones para este crecimiento, incluyendo la tenacidad de los productores, la institucionalidad y el apoyo a los proyectos de cada caficultor, incluyendo la entrega de suministros y recursos financieros.

Café hondureño preparado con un V60. Crédito: Amec Velázquez

Honduras ha recorrido un largo camino para convertirse en uno de los mayores productores de café del mundo, pero ha logrado hacerlo con éxito, además de producir café especial de gran calidad. 

El Producer & Roaster Forum del año 2021 solo ayudará a la industria cafetera hondureña a mejorar aún más, al ofrecer a los productores y tostadores locales e internacionales una oportunidad única para intercambiar conocimientos, forjar relaciones y explorar nuevas vías de negocio.


Escrito por Miguel A.Hernández Zambrano. Foto Principal: Un caficultor inspecciona las cerezas de café en una cama elevada de secado. Crédito de la foto principal: Amec Velázquez